Seguí realizando mi labor, juntando grandes cantidades de amistades, algunas florecieron como grandes amigos, otras solo se quedaron en amistad, amistades pasajeras que se quedaron en el andar, pero sin olvidar en mi corazón. Otras en cambio las conservo como un tesoro invaluable, algunas guardadas muy en el fondo, pero que gracias a la tecnología las he vuelto a desempacar.
En el presente tengo millares de amistades, miles de conocidos y un puñado de verdaderos amigos que no he dejado de regar para que no se marchite esa hermosa amistad, ese fantástico amor que les tengo.
Las mejores plantas han partido de mi lado, cual aves viajeras, floreciendo por todo el país, gracias al gran fertilizante de amor, sinceridad, honestidad y humildad que deposite en ellas.
Otras las tengo a mi lado, disfrutando de grandes momentos, que se llegan a marcar en sus ramas y troncos, para no desaparecer más.
Doy gracias a dios y a la vida por darme estas manos que me ayudaron a estrechar la de los demás y que además me han seguido apoyando para seguir juntos hasta la eternidad.
Gracias también por haber tenido muchas plantas que desgraciadamente ya no están presentes físicamente, pero que en su época fueron parte de este jardín tan hermoso que he cultivado, y de quienes nunca he olvidado, por que dejaron sus raíces muy dentro de mi corazón.
Gracias por ser mi migo(a). Feliz día.
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